Reconozco que la falta de liquidez, lleve a la corporación a buscar soluciones inmediatas para salir de esta asfixia económica que nos puede llevar a un colapso en el funcionamiento normal de este Ayuntamiento.
Pero buscar soluciones a las carreras nos puede acarrear problemas a la larga aunque parezca una solución inmediata.
Se nos presenta esta “privatización” de la explotación del Servicio Público de Abastecimiento del Agua potable y del Alcantarillado como la mejor solución para acabar con el problema de deuda de este Ayuntamiento.
Se nos dice que el 80% de los Ayuntamientos en España ya lo han hecho, les creo.
Se nos asegura que la empresa que se quede con esta concesión nos va a dar 3.200.000 Euros así, para empezar.¡¡3.2 millones de euros, es mucho dinero!!, podemos acabar con todos nuestros dolores de cabeza financieros. Un verdadero analgésico. La abundancia de dinero hace milagros a veces en casa de los pobres, pero también a veces puede tener efectos contrarios y hundirlos más en la miseria. Como analgésico, vale, te quita los dolores de cabeza, pero es de poca duración. Los dolores volverán porque ese analgésico no ataca la verdadera enfermedad que es la tendencia a endeudarnos irremediablemente.
Ha entrado mucho dinero en las arcas municipales en estos años con el boom del ladrillo. Pero cuanto más dinero entraba, más crecía la deuda.
Como se nos ha dicho, y tal vez es verdad que el 80% de los Ayuntamientos han privatizado el suministro de agua. Esos Ayuntamientos han recibido el canon de más o menos 3 millones de euros.
Se vivieron momentos de euforia financiera. Pero ahora mismo, no conozco ningún Ayuntamiento que haya privatizado el suministro de agua, que no esté hundido en la más profunda de las miserias. ¿De que les sirvió privatizar? Algunos Ayuntamientos ya se lamentan de haberlo hecho. Por lo menos antes de la privatización tenían un margen de beneficio con el suministro de al agua al cual agarrarse.
Y el Ayuntamiento de Bargas tiene su beneficio con el suministro del agua. Ahora mismo es de 172.830 euros para el año 2011. Echando cuentas, así por encima, sin contar subidas del IPC, como si el beneficio fuera siempre constante (que no lo es, va aumentando) pues resulta que en 25 años que es lo que va a durar la concesión, el Ayuntamiento podría ahorrarse 4.320.750 euros (que sería mucho más si aumentamos la subida del IPC).
Nadie da duros a pesetas. La empresa privada vendrá para llevarse un beneficio lo más alto posible.
Se me dice entonces que la empresa privada (es verdad que se tiene que llevar un beneficio) gestiona mejor estos asuntos que la empresa pública.
Señores, si esto es verdad, entonces tenemos un serio problema. Somos unos pésimos gestores!!!!
Pero ya sabiéndolo podemos corregirlo. En toda gestión hay dos partes: los que gestionan por un lado y la cosa gestionada por otro. Recuerdo a los aquí presentes que la red de suministro de agua ha sido renovada casi en su totalidad en Bargas. Sólo queda la zona del Beato, de San Francisco (término de Olías del Rey). El problema de la parte gestionada se le puede dar el visto bueno. Entonces el problema viene de los gestores. Y aquí hay de nuevo dos soluciones: que los gestores cambien su forma de gestionar los servicios públicos o que dimitan por incapacidad.
No se puede vender por una docena de huevos de oro, la gallina que pone uno diariamente. Esto es lo que tantas veces decimos: es pan para hoy y hambre para mañana.
El portavoz de Izquierda Unida va a votar en contra de esta propuesta de “privatización”, no porque le guste fastidiar esa euforia financiera momentánea que puede ocasionar esos 3.2 millones de euros, sino porque cree y está convencido de que ningún servicio público debería de ser privatizado, porque cree que un servicio público debe de ser gestionado por el pueblo y no por una empresa privada, y porque lo privado no tiene que venir a darnos lecciones de buena o mala gestión, porque todo el mundo sabe que las peores quiebras por mala gestión han venido de lo privado. A nosotros sólo nos queda corregirnos para gestionar mejor lo que es nuestro, lo que es de todos, lo que es del pueblo. Y este es el trabajo y el deber fundamental de un político por el cual ha sido elegido.
RÉPLICA:
Hasta el momento no he mencionado a los trabajadores. Porque es demagógico mencionar a los trabajadores del Ayuntamiento como mera moneda de cambio en este asunto. No podemos hacer rehenes a los trabajadores de la deuda municipal.
Se me ha dicho que: o ellos o la privatización. ¿No hay ningún plan B a esta solución?
Pues bien os propongo uno: Presionar más aún a la Junta de Comunidades para que devuelva lo antes posible lo que se nos debe.
Y si este plan B, no funciona, propongo un plan C: Reducir el sueldo del alcalde, del interventor, de la nueva secretaria, al sueldo mínimo interprofesional, (solo mientras dure la crisis, devolviéndoles luego la diferencia una vez solucionado el problema). O vender este edificio del Ayuntamiento para que hagan un hotel de lujo y trasladarnos a cualquier edificio municipal después de reformarlo un poco.
Parece broma, pero no lo es. Los puestos de trabajo deben ser cuidados con esmero. Los trabajadores del Ayuntamiento llevan ya una temporada atemorizados por las noticias negativas que salen de aquí. Hay cierta psicosis de angustia al pensar: ¿Quién va a ser el próximo en ser despedido? No, no se puede hacer chantaje con los puestos de trabajo secuestrados. No se puede intimidar de esta manera para conseguir algo, que el pueblo, estoy convencido, no quiere.